Todo el mes de julio ha estado lloviendo, no dejaba de mirar el tiempo en Weather.com desesperado, encontrándome este panorama tan desolador.
Pero hace una semana las cosas cambiaron y de repente hacía un calor agobiante y desesperante, de querer morirte y no poder salir a la calle porque te mareabas.
Ayer salí con pantalones cortos y camiseta a un parque con un amigo de clase para estudiar alemán. Él se compró un helado. Pero de repente se puso a llover y desde entonces han vuelto los nubarrones. Pregunto a los alemanes si piensan que en agosto hará bueno y me piden que no me queje porque este invierno pasado no ha sido tan frío como podría haber sido, y mayo fue genial. Pues nada, a dar las gracias, toca.
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