No sé si pasar el otoño en Madrid. Si me fuera y decidiera quedarme por a o por b y, pasado un tiempo, volviera a Berlín, tengo muy claro que lloraría al pasar por delante de Kaufland. Kaufland, los que sabéis algo de alemán, habréis adivinado que no es un monumento para los judíos ni un bar de ligue, sino un supermercado. El supermercado más barato, más barato que LIDL, que Plus no sé porque nunca voy, en el que puedes llegar a hacer la compra en momentos de apuro económico por muy poco dinero.
Las primeras veces que iba y compraba absolutamente todo lo que se me antojaba me gastaba como 40 euros. Si una semana vas mal y tienes en casa aceite, champú, azúcar, o sea un fondo de nevera e higiene básico, puedes hacer una compra de supervivencia por 7 euros. Y esta semana que no es ni de las buenas ni de las malas, he comprado esto:
-3 plátanos
-1 lechuga
-1 berenjena
-1 calabacín
-3 pimientos
-1 saquito de cebollas
-1 cabeza de ajo
-1 tarrina de yogur gigante, para varios días
-1 tableta de chocolate
-un paquete de 10 salchichas caseras
-2 filetes de cerdo
-1 litro de leche semidesnatada
-4 panes para tostar en el horno (mi vicio del momento)
-6 huevos a consumir a partir del miércoles (ni idea de qué va esto, tengo que preguntar)
-1 botella de vino blanco húngaro que me gusta
-1 paquete de tomate frito
-200 gramos de jamón de york
-queso rallado Emental
-1 paquete de lonchas de queso Emental
-1 pizza de jamón, queso y champiñones
-12 bollitos de leche para desayunar
El precio de todo esto ha sido 19,73 euros.